miércoles, 6 de julio de 2011

Historias de una escalera (mecánica)

Hace unos días volvía a casa después de deambular, haciendo fotografía, ganando experiencia, soltura, fiabilidad. Trabajando en mi nueva profesión que no me da aún de comer, pero que me hace ser tremendamente feliz.

Volvía pensando en las fotografías que había hecho....pequeñas historias, pensaba, y de pronto recordé algo. Me senté, encendí un cigarrillo, y abrí la mochila para recuperar mi cámara. Comencé a pasar fotos con la ruedecita hasta llegar a lo que mi mente había decidido titular “Historias de una escalera mecánica”, una serie que había hecho en unos 30 segundos, lo que tardas en bajar las escaleras que te conducen al interior de Caixa Fórum.

Pero al llegar a verlas, me sentí decepcionado. Todas las fotos estaban quemadas!!! Estaba tan relajado, tan metido en la historia, que ni siquiera me dí cuenta de ajustar la exposición.

Pero fue la semilla de lo que hoy nace aquí. Pequeñas historias que están ahí, cotidianeidades. Es un trabajo de largo recorrido, que me exigirá buscar siempre la mejor manera de contar una historia que está pasando ante mi mirada. Una manera de ganar experiencia. Un reto. Una manera de decirme a mí mismo que siempre hay cosas que contar. Una manera de contarlas. Una manera de equivocarse y acertar. Una manera de utilizar el color y el blanco y negro a mi antojo. Una manera de compartir mi trabajo. Una manera de haceros disfrutar unos minutos de vez en cuando. Una manera de intercambiar opiniones, consejos, ánimos y críticas. Una manera de viajar. Una manera de seguir fotografiando mi sueño. Una manera de seguir fotografiando. Una manera de seguir soñando.

Y pensé que quería inaugurar este espacio con un error. Porque la vida está llena de errores. Y no es necesario dar la espalda a estos errores, sino que tienes que aprender de ellos, porque son los errores los que me han hecho más fuerte, los que me han hecho crecer. En esta vida siempre hay cosas nuevas. Pensabas que ya lo habías vivido (casi) todo, pero siempre hay algo nuevo dispuesto a tocarte los cojones. Hay que aprender a que cuando te los toque, no te moleste tanto.

Gracias y bienvenidos a todos y todas. Será un placer acompañarnos. Intentaré contaros historias con la mayor frecuencia posible. Aunque no puedo comprometerme a una periodicidad concreta. Se avecinan tiempos intensos, con muchas gestiones por delante. Pero intentaré subir al menos una historia semanal.

Lo dicho, bienvenidos.

"Un besito para ellas, un abrazo para ellos. Sigue bien. Happy, happy”.